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Para ponernos a pensar...
 

     De hierro y de cruz.


    Labremos nuestro corazón con el arado del Evangelio y el hierro de la cruz,
    trabajémoslo por la penitencia y la limosna,
    por la caridad
    preparémoslo para la semilla del Señor,
    con el fin de que pueda recibir con alegría la semilla de la palabra divina
    y producir no sólo treinta, sino que sesenta y cien veces su fruto.

    San Cesareo de Arlés (470-543), monje y obispo