Una compleja trama.
Nadie se salva solo,
esto es, ni como individuo aislado ni por sus
propias fuerzas.
Dios nos atrae teniendo en cuenta la compleja
trama de relaciones interpersonales
que supone la vida en una
comunidad humana.
Jesús no dice a los Apóstoles que formen un
grupo exclusivo, un grupo de élite.
Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios,
de acuerdo con el gran proyecto de amor del Padre.
Esto implica
ser el fermento de Dios en medio de la humanidad.
La Iglesia tiene
que ser el lugar de la misericordia gratuita,
donde todo el mundo
pueda sentirse acogido, amado, perdonado
y alentado a vivir según
la vida buena del Evangelio.
Papa Francisco. Exhortación
apostólica “Evangelii Gaudium