Muchos y
pocos…
Jesucristo tiene ahora muchos amadores de su
reino celestial,
mas muy pocos que lleven su cruz.
Tiene muchos que desean la consolación,
y muy pocos que quieran la tribulación.
Encuentra muchos compańeros para la mesa,
y pocos para la abstinencia.
Todos quieren gozar con El, mas pocos quieren
sufrir algo por El.
Muchos siguen a Jesús
hasta el partir del pan, más pocos hasta beber el cáliz de la pasión.
Muchos honran sus milagros, mas pocos siguen el
vituperio de la cruz.
Muchos aman a Jesús,
cuando no hay adversidades.
Muchos le alaban y
bendicen cuando reciben de El algunas consolaciones:
mas si Jesús se escondiese y los dejase un
poco, caerían en una profunda desesperación.
Más los que aman a Jesús, por el mismo Jesús, y
no por alguna propia consolación suya,
lo bendicen en toda
tribulación y angustia del corazón, tanto como en tiempo de consolación.
Y aunque nunca más les quisiese dar
consolación, siempre le alabarían, y le querrían dar gracias.
ˇOh! ˇCuánto puede el amor puro de Jesús sin
mezcla del propio provecho o interés!
Imitación de
Cristo