“Se ha dormido la Madre de Dios. -Están
alrededor de su lecho los doce Apóstoles… Y nosotros, por gracia que todos
respetan, estamos a su lado también. Pero Jesús quiere tener a su Madre,
en cuerpo y alma, en la Gloria… Y la Corte celestial despliega todo su
aparato, para agasajar a la Señora. -Tú y yo -niños, al fin- tomamos la
cola del espléndido manto azul de la Virgen, y así podemos contemplar
aquella maravilla. La Trinidad beatísima recibe y colma de honores a la
Hija, Madre y Esposa de Dios... -Y es tanta la majestad de la Señora, que
hace preguntar a los Ángeles: ¿Quién es ésta?... María ha sido llevada por
Dios, en cuerpo y alma, a los cielos. Hay alegría entre los ángeles y
entre los hombres. ¿Por qué este gozo íntimo que advertimos hoy, con el
corazón que parece querer saltar del pecho, con el alma inundada de paz?
Porque celebramos la glorificación de nuestra Madre y es natural que sus
hijos sintamos un especial júbilo, al ver cómo la honra la Trinidad
Beatísima”
San Josemaría Escrivá de Balaguer