|
A veces…
A veces, Jesús, no avanzo en mi vida interior,
o tengo alguna contrariedad en mi vida
profesional, familiar o social.
Y parece que estás
lejos,
que no me ves luchar o sufrir.
Desde la montaña donde
estabas rezando,
ves las dificultades de los apóstoles y vienes en
su ayuda
«caminando sobre el mar».
Si te pido ayuda, fortaleza o fe, tarde o
temprano aparecerás
y me dirás:
«Ten confianza, soy yo, no temas».
Detrás de aquel suceso, de aquella contrariedad,
de aquella dificultad, estoy Yo:
«No temas, ten
confianza.»
Que no tema acercarme a
Ti,
comprometerme, si me llamas.
Aunque sea más cómodo
quedarme en mi barca;
aunque afuera haga mucho
viento;
aunque lo que me pidas sea «imposible»,
dame la fe de Pedro para responder a tu palabra:
Ven
Anónimo
|
|