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Es tiempo de negociar.
-“Un hombre noble se
marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey y volver después.
Llamó a diez empleados
suyos y les repartió diez onzas de oro, encargándoles: «Negociad, mientras
vuelvo...»”
Jesús, nos hablas de un
tiempo, durante el cual nos confías unas responsabilidades.
No hay que “soñar”, hay
que “negociar”...
Es el tiempo de ser fiel
en “las cosas pequeñas”,
en la espera de recibir
mayores responsabilidades:
los empleados, que
negociaron bien una moneda de plata, obtuvieron el gobierno de una ciudad.
Es el tiempo de la Iglesia. Es el hoy
Noel Quesson
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