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Las impertinecias de Dios...
Dios aparece
siempre,
desde el exterior, como
un intruso:
como alguien que viene a ocupar todo el espacio,
como un inoportuno.
El egoísmo del hombre, su deseo de independencia,
son la causa del
rechazo.
Se rechaza al amor.
Es el rechazo a dejarse
tomar por Dios.
Rechazo a someterse a Dios.
Saulo, Saulo, ¿por qué
me has rehusado?
¡Tómame, Señor!
Uno aguanta un momento,
pero, a la larga…
Puesto que Tú me lo pides
ayúdame también a
"aguantar firme".
¡Es esto justamente lo mas difícil!
Noel Quesson
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