Intento...‏ 

Orar... para dar... para darnos

A eso intento venir, Jesús mío: a darme

en estos minutos de conversar contigo, de estar Tú y yo solos.

¿Qué mejor compañía?

¿Qué mejor quehacer que este entregarme,

Agarrar unos minutos y disfrutar de Ti?

¿Qué podría en cambio estar haciendo?

Es tan sabroso sentarme y dejar pasar mi vida

despacio,

contigo…

¿Sabes?

estoy aquí para demostrarte que Te quiero.

Quiero corresponder a Tu cariño.

Vengo a darte mi presencia y mi cariño.

Vengo a adorarte.

Vengo a hablarte de Tus cosas:

de Tu Cruz

de Tu Vida

de la Trinidad

Vengo a hablarte de lo que tengo dentro de mí:

de mis proyectos,

ilusiones,

preocupaciones

“Hay «tempestades» que son fruto de mi falta de generosidad, o de mi falta de humildad:

es la tristeza que proviene de no acabarme de entregar, o de no ser sincero,

o de problemas que me invento.” Cardona

Así son casi todas.

Jesús, ¡Te quiero!

Anónimo