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No se quiere ver...
Dadnos, Señor, luz;
mirad que es más
menester que al ciego (…);
que éste deseaba ver la
luz y no podía;
ahora,
Señor,
no se quiere ver.
¡Oh!, qué mal tan incurable.
Aquí, Dios mío, se ha de
mostrar vuestro poder,
aquí vuestra
misericordia.
Teresa de Jesús
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