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Ojo!!!
El maligno puede penetrar en el jardín:
en el paraíso, la
serpiente;
en Susana, los libertinos;
en el huerto de los
olivos, al traidor.
La Iglesia también ha de sufrir tentaciones, como
Jesús.
La Iglesia es siempre joven,
el pecado bajo la capa
de engaño está próximo a la muerte y envejecido.
Busca ávidamente
apoderarse de la vida,
pero su poder no puede
nada contra la oración confiada de la Iglesia,
la tuya y la mía.
Emiliana Löhr.
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