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La pasión de Dios.
El
enamorado busca al ser amado con una pasión que da sentido a su vida.
Vive sólo para él y por él;
piensa en él, existe con referencia
a lo que el otro piensa, experimenta y vive.
Ser buscado por
alguien es la felicidad del que es amado.
Somos buscados por Dios desde el
principio
con impaciencia y pasión.
Sí, somos fruto de la pasión de Dios, que nos dice:
"La fuerza con que te amo no es
distinta de la fuerza por la cual existes"
Paul Claudel
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