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De vuelos y mariposas
Cuentan del niño que encontró un
capullo de una mariposa y se lo llevó a la casa.
Un día vio que había un pequeño
orificio y se sentó a observar:
la mariposa luchaba por abrirlo más y poder salir...
Forcejeaba duramente para poder
pasar su cuerpo a través del pequeño agujero.
Parecía que se había atascado.
El niño quiso
ayudar con unas tijeras, y por fin la mariposa pudo salir de aquella cárcel
que le aprisionaba.
Tenía un cuerpo muy hinchado y unas alas pequeñas y
dobladas.
Esperó a que volara, pero inútilmente,
se quedó mermada en sus facultades.
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