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Para ponernos a pensar...
 
Mi timonero‏.


“¿Por qué tener miedo?”

Navega la barca de mi vida

Entre las oscuridades y las sombras de la noche,

Y no veo ningún puerto,

Estoy a la merced del mar profundo.



La más pequeña tempestad podría hundirme,

Sumergiendo mi barca en el torbellino de las olas,

Si no vigilaras sobre mi Tu Mismo, oh Dios,

En cada momento de mi vida, en cada instante.



En medio del estruendo de las olas

Navego tranquilamente con confianza

Y, como una niña, miro adelante sin temor,

Porque Tu, oh Jesús, eres mi luz.



Todo alrededor es horror y espanto,

Pero mi paz es más profunda que las profundidades del mar

Porque quien está Contigo, Señor, no perecerá

Me lo asegura Tu amor divino.



Aunque alrededor hay muchos peligros,

No los temo, porque miro el cielo estrellado.

Y navego con denuedo y alegría,

Como corresponde a un corazón puro.



Pero sobre todo, únicamente

Por ser Tu mi timonero, oh Dios,

La barca de mi vida navega tan serenamente

Lo reconozco en la más profunda humildad.


Santa Faustina Kowalska