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Maravillas de Su nombre III
Cada vez que digamos “Jesús”, deseemos con toda
claridad
ofrecer a Dios todas las Misas ofrecidas en el
mundo.
Cada vez que decimos
“Jesús” ganamos 300 días de indulgencia, haciéndonos de amigos de las almas
del purgatorio
que rezarán por nosotros con increíble fervor.
Cada vez que decimos “Jesús” es un acto de amor
perfecto,
Porque le estamos ofreciendo a Dios el infinito
amor de Jesús.
El Santo Nombre de Jesús
nos salva de innumerable males,
y nos libra
especialmente del poder del demonio
que constantemente trata
de dañarnos.
El nombre de Jesús llena
gradualmente nuestras almas
de una paz y de una
alegría
como jamás hubiéramos experimentado.
El nombre de Jesús nos
da la fortaleza para aliviar nuestros sufrimiento y los hace más llevaderos
Padre Paul
Sullivan, O.P.
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