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Del sufrimiento (III).
Sin duda que algunas veces nos hemos sentido
iluminados sobre el sufrimiento,
pero cuando nos
encontramos frente a un dolor amargo, repugnante, al cual querríamos escapar
a cualquier precio,
necesitamos de todo nuestro espíritu de fe para
mantenernos allí sin chistar,
como Jesús, con Jesús y
por Jesús.
¿Creéis que se ama,
mientras no se ha sufrido?...
Podríamos soportar
razonablemente muchos sufrimientos,
pero los evitamos por
cobardía,
pues nuestra naturaleza tiene un ingenio
extraordinario para encontrar razones que no lo son,
a fin de engañarse a sí
misma y de pasar a su lado.
Padre Robert de
Langeac
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