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Para ponernos a pensar...
 
Justino y Teresa

A este alimento le llamamos Eucaristía,

y nadie puede tomar parte en él si no cree en la verdad de nuestra doctrina

y si no ha recibido el baño del bautismo para la remisión de los pecados y la regeneración.

Porque nosotros no tomamos este alimento como un pan ordinario o una bebida corriente.

De la misma manera que Jesucristo nuestro Salvador se ha encarnado tomando carne y sangre

así el alimento consagrado es la carne y la sangre de Jesús encarnado.

Esta es nuestra doctrina”

San Justino



Todos nosotros sabemos, mirando la cruz, hasta qué punto Jesús nos ha amado.

Cuando miramos la Eucaristía, sabemos cuánto nos ama ahora.

Por eso, él mismo se hizo "pan de vida" con el fin de satisfacer nuestra hambre con su amor,

y luego, como si esto no fuera suficiente para él, se convirtió él mismo en hambriento, en indigente, en desalojado,

con el fin de que vosotros y yo, pudiéramos satisfacer su hambre con nuestro amor humano.

Para esto hemos sido creados, para amar y ser amados.


Santa Teresa de Calcuta