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La ciudad sitiada La desacralización de
lo sagrado. (V)
Del prójimo se puede decir todo lo que se puede decir de
nosotros mismos:
ha sido creado de la nada. Y, de por sí, es nada.
El prójimo está lleno de flaquezas y pecados. Ofende a Cristo.
Que sea digno de ser amado, es cosa que únicamente sabemos por la fe. Porque
la fe nos enseña que Cristo lo ha redimido y que lo ama infinitamente.
Cristo es infinitamente santo. Cristo es ofendido por cualquier pecado.
Cristo es el redentor. Cristo es el origen de toda amabilidad.
El
prójimo ha de convertirse, arrepentirse.
Cristo le perdonará, la
acogerá de nuevo.
El prójimo debe adorar a Cristo. Cristo debe ser
adorado.
El prójimo será juzgado. Cristo será el juez
Dietrich von Hildebran
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