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La escatología del individuo.
Escribías: "“simile est
regnum cælorum —el Reino de los Cielos es semejante a un tesoro... Este
pasaje del Santo Evangelio ha caído en mi alma echando raíces. Lo había
leído tantas veces, sin coger su entraña, su sabor divino". ¡Todo..., todo
se ha de vender por el hombre discreto, para conseguir el tesoro, la
margarita preciosa de la Gloria!
Forja
Con la llegada de la
muerte cesa el tiempo de merecer y desmerecer y la posibilidad de
convertirse (sentencia cierta).
El hecho de que el
tiempo de merecer se limite a la vida sobre la tierra se basa en una
positiva ordenación de Dios.
De todos modos, la razón
encuentra muy conveniente que el tiempo en que el hombre decide su suerte
eterna
sea aquel en que se hallan reunidos el cuerpo y
el alma,
porque la retribución eterna caerá sobre ambos.
Tratado de los novísimos o de la consumación.
La escatología del individuo
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