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Que se callen, que se escondan, o que se
vayan.
Ella, la Iglesia, es Santa; pero nosotros, no lo
somos, y esto es capaz de percibirlo cualquiera que tenga ojos y pueda ver
con ellos; y nuestra conducta es la que a menudo causa escándalo y hace que
la Iglesia sufra desprestigio.
Por supuesto existe un
medio muy sencillo para evitar este grave daño, que es acabar de raíz con el
escándalo que muchas veces produce el comportamiento de muchos católicos que
viven de espaldas, al margen o en contra de la fe que profesan a boca
llena(…) hacen una acomodación del Evangelio a su propios gustos, dejando
para la hora de la verdad ponerse a bien con Dios y asegurar en el último
minuto su salvación (así lo esperan) mediante una confesión de urgencia……
Este procedimiento sería
que la Iglesia expulsara de su seno a todos los que no son santos ni
demuestran la más pequeña voluntad de serlo: a todos los que se aprovechan
de ella sin darle nada, a todos los que por vivir habitualmente en estado de
pecado mortal están muertos. Entonces la Iglesia sería Santa en sí en sus
miembros, y su luz no se vería relegada por la suciedad con que los pecados
sus hijos los cuales. Sólo que, ya lo comprenderéis, la Iglesia no puede
hacer eso porque es Sacramento de salvación; y sólo por la salvación de todo
el Cuerpo a veces se ha visto forzada a adoptar, como amarga medicina, esta
medida.
La Iglesia es Madre y en lugar de expulsar a
quienes le hacen daño y la hieren, los retiene para darles vida, porque su
esperanza es inagotable. Los mantiene junto a sí para hacerles bien; pero
ellos la ensucian, la deshonran y la humillan.
Leclercq
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