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¡Su Nombre!
En Jesús encuentran los hombres aquello que más
necesitan y de lo que están sedientos:
salvación, paz, alegría,
perdón de sus pecados, libertad, comprensión, amistad.
¡Oh Jesús..., cómo te
compadeces de los que te invocan.
¡Qué bueno eres con
quienes te buscan!
¡Qué no serás para quienes te encuentran!...
Sólo quien lo ha
experimentado puede saber lo que encierra amarte a Ti, ¡oh Jesús!.
San Bernardo.
Invocar su nombre es ser salvos;
creer en este nombre es llegar a ser hijos de
Dios;
orar en este nombre es ser escuchados con toda
seguridad:
en verdad os digo que cuanto pidiereis al Padre
en mi nombre, os lo concederá.
En el nombre de Jesús se
perdonan los pecados
y las almas son
purificadas y santificadas.
Él «es el fin de la
historia humana, punto de convergencia
hacia el cual tienden
los deseos de la historia y de la civilización,
centro de la humanidad,
gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones.
De las sagradas
Escrituras.
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