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Se han ido los Reyes...
Era la señal de la Cruz al término de un día
repleto de felicidad.
María y José salieron de
Belén apresuradamente,
abandonando muchas cosas
necesarias que no podían llevar consigo en un largo y difícil viaje,
con el sobresalto además
de una huida ante la amenaza de muerte.
Es un profundo misterio,
asombrosamente real,
que el Hijo de Dios
hecho hombre buscó refugio, lloró y durmió en brazos de María y de José.
Fernández Carvajal
De su intercesión eficaz dice
Santa Teresa:
«No me acuerdo hasta ahora haberle encomendado
cosa alguna
que la haya dejado de hacer.
Es cosa que espanta las
grandes mercedes que me ha hecho Dios
por medio de este
bienaventurado santo,
de los peligros que me
ha librado, ansí de cuerpo como de alma;
que a otros santos
parece le dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad,
a este glorioso santo
tengo experiencia que socorre en todas
y que quiere el Señor
darnos a entender que ansí como le fue sujeto en tierra
–que como tenía nombre
de padre siendo ayo, le podía mandar–
ansí en el cielo hace
cuanto le pide.
Esto han visto otras algunas personas –a quien yo
decía se encomendasen a él– también por experiencia,
y ansí muchas que le son
devotas, de nuevo han experimentado esta verdad».
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