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El abrazo del amor de Dios.
Amor, compasión. ¡Qué
distintos pueden entenderlos Dios y el hombre!
Jesús mira a la
multitud y tiene compasión, que no es lo mismo que tener pena.
Porque
el amor que Jesús tiene por las personas que le rodean le lleva a padecer
con ellos,
a implicarse en la vida de la gente.
Dios ama
primero.
El Señor me espera, el Señor quiere que abra la puerta de mi
corazón.
Él te espera tal y como eres.
Tú sabes Señor que yo
quisiera amarte, pero soy tan pecador, tan pecadora.
Y Él hará lo
mismo que hizo con el hijo pródigo, que se gastó todo el dinero en vicios:
no te dejará acabar tu discurso, con un abrazo te hará callar:
¡el abrazo del amor de Dios!
SS. Francisco
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