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¿No lo véis?
¡Como hoy!
¿No lo véis?
Están deseando oír el mensaje de Dios, aunque
externamente lo disimulen.
Quizá algunos han olvidado la doctrina de
Cristo; otros -sin culpa de su parte- no la aprendieron nunca,
y
piensan en la religión como en algo extraño.
Pero, convenceos de una
realidad siempre actual:
llega siempre el momento en el que el alma
no puede más,
no le bastan las explicaciones habituales,
no le
satisfacen las mentiras de los falsos profetas.
Y, aunque no lo
admitan entonces,
esas personas sienten hambre de saciar su inquietud
con la enseñanza del Señor.
San Josemaría Escrivá
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