Inactividad más útil que servicio
Sólo después de
la muerte sabremos
a cuántos pecadores les hemos ayudado a salvarse
con el ofrecimiento de nuestro cansancio.
Sólo entonces
comprenderemos que nuestra inactividad forzosa
y nuestros
sufrimientos
pueden ser más útiles al prójimo que nuestros servicios
efectivos.
G. Chevrot.
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