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La fe no es una idea sino la vida.
La comunidad
de fe no se crea sola.
No es una asamblea de hombres que tienen ideas
en común
y deciden trabajar por la difusión de dichas ideas;
porque entonces todo se basaría en una decisión propia y, en última
instancia,
en el principio de la mayoría, es decir,
al final
sería una opinión humana.
Y para mí, una Iglesia así construida no
puede ser ni garante de la vida eterna
ni exigirme decisiones que me
hagan sufrir y que estén en contra de mis deseos.
No, la Iglesia
no se ha hecho a sí misma;
fue creada por Dios y es formada
continuamente por Él.
Esto tiene su expresión en los sacramentos,
sobre todo en el bautismo:
yo entro en la Iglesia no con un acto
burocrático, sino mediante el sacramento.
Y eso equivale a decir que
soy acogido en una comunidad
que no se ha originado a sí misma
y que se proyecta más allá de sí misma.
SS. Benedicto XVI
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