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Busca en el fondo de ti...
Me parece, Dios mío,
que más de una vez le plugo ya a tu amor hablar a mi alma.
Sucedía
por lo común en la hora que menos pensaba yo en Ti.
De repente, en lo
más profundo de mi corazón,
oía yo espiritualmente una voz dulce y
fuerte, precisa y penetrante;
me decía una palabra, sí, a veces una
sola.
Y mi alma, sorprendida, inquieta y dichosa a un tiempo,
se sentía transformar,
al ser o cumplir lo que aquella palabra le
indicaba:
“Ama, escucha; cállate, sígueme;
busca en el fondo
de ti, ten confianza;
Yo soy el Padre, date a Mí y Yo me daré a ti,
escóndete dentro de M,
y dame luego a manos llenas a las almas”.
¡Oh palabra de mi Dios, que dulce eres para el corazón amante!
¡Que fuerte eres también!
Tú realizas lo que significas.
¡Tú
beatificas!
Padre Delage
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