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Un Rastro de Dios.
Son como un espejo en el
que se refleja el esplendor de su belleza,
de su bondad, de su
poder...: los cielos pregonan la gloria de Dios
y le anuncia el
firmamento, que es la obra de sus manos
Sal 19, 1-2.
Las criaturas son como un rastro del paso de Dios.
Por esta huella se rastreará su grandeza,
poder y sabiduría
y
todos sus atributos.
San Juan de la Cruz
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