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Es tan fácil…
Jesús, qué fácil es criticar,
murmurar, hablar mal de alguien,
sin pensar en los motivos, o las
presiones, o la ignorancia, o la flaqueza,
o el carácter, o muchos
otros elementos de juicio que no tengo
y que sólo Tú; Dios mío,
conoces.
Es muy fácil criticar,
pero es muy difícil evaluar
los daños que podemos estar causando a una persona con nuestras críticas.
Y, a menudo, es imposible reparar a posteriori ese daño
que -tal
vez- injustamente hemos causado.
Pablo Cardona
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