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En cada tentación...
Si hacemos un acto de amor en
cada tentación,
en todo aquello que en nosotros o en los demás puede
ser origen de una ofensa a Dios,
nos llenaremos de paz,
y lo
que podía haber sido motivo de derrota lo convertimos en una victoria.
Además de este inmenso bien para el alma,
cuando el demonio ve
que sus tentaciones nos llevan a este divino amor, cesa de tentarnos.
San Francisco de Sales
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