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Dios necesita la ayuda de María
Necesitamos
la ayuda de María para obtener el don de la fe;
es decir, la gracia
de creer.
También, en cierto sentido, aun Dios necesita su ayuda.
Lo digo porque nuestro “problema de confianza” tiene que ver
primordialmente con Dios.
Pero María no es Dios
–Ella es
nuestra tierna y amable madre.
¿Y quién puede temer a una madre como
Ella?
Así, María es una especie de “arma secreta” de Dios,
un
sendero por el que Su gracia penetra los corazones endurecidos,
corazones que Ella abra para Dios.
Michael E. Gaitlei, MIC
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