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José…
Hoy, en nuestra oración, le contemplamos
junto a la Virgen, que está encinta, próxima ya a dar a luz a su Hijo
Unigénito. Y hacemos el propósito de vivir la Navidad cerca de José: un
lugar tan discreto y privilegiado a un mismo tiempo: «¡Qué bueno es José!
—Me trata como un padre a su hijo. — ¡Hasta me perdona, si cojo en mis
brazos al Niño y me quedo, horas y horas, diciéndole cosas dulces y
encendidas!...».
San Josemaría Escrivá de Balaguer
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