|
¿Ella…
Todos sus pensamientos, sus deseos, sus
afectos, fueron totalmente para Dios; No hubo ni una palabra, ni un
movimiento, ni una mirada de sus ojos, ni un suspiro suyo, que no fuera
para Dios y para su gloria; sin apartarse nunca ni separarse por un
momento del amor divino.
San Alfonso María de Ligorio.
|
|