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Ella… María, siempre virgen Virgen después del
nacimiento.
María es virgen porque su virginidad es el signo de su fe
sin adulterar por ninguna duda; y de su entrega indivisa de sí misma a
la voluntad de Dios. Es su fe la que le permite convertirse en la madre
del Salvador. San Agustín enseñó: "María es más bendecida poque abraza la
fe en Cristo que porque concibe la carne de Cristo".
Mary in the Catechism:
The Four Marian Dogmas, by Pat Gohn
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