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María en el Catecismo: Los cuatro dogmas marianos

La inmaculada concepción

Los detractores de María quieren saber qué la hace tan especial. Si es humana, ella debe estar sujeta a todas las debilidades de la humanidad, y tan pecaminosa como lo es el resto de nosotros, ¿verdad? No exactamente. Hay mucho más en la historia de María, y se necesita una lectura muy cuidadosa de las profecías de las Escritura, sin mencionar 2000 años de interpretación bíblica y reflexión teológica.
Lo que es tan especial en María es su Inmaculada Concepción. Significa esto: “La beatísima Virgen María fue preservada inmune de todo mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano”. María fue redimida por los méritos de su Hijo Jesús en el Calvario - que es Dios - en el momento de su concepción, por lo que nunca recibió una naturaleza caída. La naturaleza que recibió fue como la de Eva antes de la caída. Y recordemos que después de la caída, la Inmaculada Concepción está implícita, dicen los teólogos, en el versículo del Génesis 3:15, que habla de una mujer por venir:
Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu linaje y el suyo; Él te aplastará la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Catecismo de la Iglesia católica