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Mi alma está triste hasta la muerte.
Mi alma está
triste hasta la muerte. Jesús siente una inmensa necesidad de orar. Se
detiene junto a unas rocas y cae abatido: Se postró en tierra, escribe San
Marcos. San Lucas nos dice: se puso de rodillas. Quiso que nuestras culpas
se llamasen culpas suyas.
De rodillas sobre el duro suelo, persevera
en oración... Llora por ti... y por mí: le aplasta el peso de los pecados de
los hombres.
San Josemaría.
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