Consideraciones.org

 
Para ponernos a pensar...
 
La muerte de Jesús.

Él ha sacrificado Su honor, Su reputación; Se le ha estimado un tonto y un loco. Ahora sólo hay un sacrificio más que Él puede hacer a Su Padre Eterno por el hombre, el sacrificio de Su vida. Está decidido a renunciar a todo por nosotros, a ser obediente hasta la muerte.

¿Qué fue lo que causó la muerte de Nuestro Señor? No los verdugos, no los judíos, no la agonía de la cruz; esos no fueron más que instrumentos. Fue el pecado. El pecado tenía, en sí mismo, maldad suficiente hasta para robar la vida a Dios, Nuestro Señor y Rey. ¡Qué extraño misterio es el pecado! ¡Y qué extraño que no lo odiemos más cuando vemos su poder de destrucción!

Padre Richard Frederick Clark