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La Hora Santa...... ¿Podremos acompañarle?
En la
noche de la Pasión.
La única ocasión en la que Nuestro Señor pidió
algo a los Apóstoles, fue esa noche. Cristo entra en agonía. No les preguntó
a todos ... quizá porque no podía contar con la fidelidad de todos. Al menos
la esperaba de tres de los Suyos: Pedro, Santiago y Juan.
Como
siempre en la historia de la Iglesia, el demonio estaba despierto. Los
discípulos dormían.
Fue por ello que de Su corazón angustiado y
solitario, brotó aquel suspiro: ¿No habéis podido velar una hora conmigo? No
es una hora de actividad lo que pide, sino una hora de compañía.
Venerable Fulton Sheen.
(continuará)
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