Consideraciones.org

 
Para ponernos a pensar...
 
Ella y San José

Espíritu Santo, ¡Espíritu de consuelo!
Si lo crees conveniente para mi salvación,
para que yo no sea oprimido por la tribulación, haz que yo no caiga.
Poder infinito, ayúdame. Conoces mi debilidad.
Deploro mi temperamento crítico y me decido a estar en guardia.
Te doy gracias por inspirarme el propósito de ser mejor.
Concédeme, por la intercesión de san José,
que después de mis pruebas temporales, ya sean exteriores o interiores, pueda encontrar esa alegría permanente
que proporcionaste a José y a su Inmaculada Esposa.