|
Ella y san José.
Cuando nosotros presentamos algo a
Jesús, confiamos en nuestra propia disposición y esfuerzo; Él examina
el regalo y muy a menudo lo rechaza porque está manchado con nuestro amor
propio. Cuando queremos ofrecer algo a Dios y que sea recibido por Él,
asegurémonos de ofrecerlo a través de Su dignísima Madre si queremos estar
seguros de que no será rechazado
San Bernardo
|
|